- INGREDIENTES:
- Champiñones.
- Pechuga de pollo troceada (1/2 kg aproximadamente)
- Nata para cocinar (1 brik)
- Pimienta.
- Sal.
- Perejil.
- Pasta (como queramos, puede ser spaghetti, penne, farfalle, tagliatelle...)
- PREPARACIÓN:
- Cortamos la cebolla en trozos pequeños. Si los champiñones son naturales, los podemos cortar en láminas o bien, cortarlos a trozos. Si ya vienen en lata, lo podemos dejar tal y como están o cortarlos en trozos más pequeños (en mi opinión, creo que la mejor manera de cortar los champiñones es en láminas, de forma que luego en el plato resaltan a la vista). Si el pollo no está troceado, procedemos a trocearlo. Por cierto, no pasa nada si en vez de utilizar pechuga de pollo, utilizamos filetes de pollo, etc.
- Echamos en una sartén un poco de aceite y cuando esté caliente, sofreímos la cebolla a fuego medio. Pasados unos minutos, incorporamos los champiñones y removemos.
- Cuando veamos que la cebolla está sofrita y los champiñones hechos, incorporamos el pollo previamente rehogado en una sartén con poco aceite y a fuego medio. Removemos todo muy bien para que coja el sabor.
- Una vez removido, añadimos el brick de nata para cocinar. Es el momento de añadir pimienta y sal. Lo vamos removiendo todo durante unos minutos para que la nata reduzca un poco. Cuando veamos que la salsa no está líquida, que nos ha quedado como más cremosa, retiramos del fuego.
- Ahora solo tenemos que verter la salsa en la pasta. Cuando vayamos a emplatar, ponemos un poco de perejil encima.
Es una receta que recomiendo hacer porque la verdad es que tiene un sabor exquisito y se hace con mucha facilidad. ¡Espero que les haya gustado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario