- INGREDIENTES:
- 60 gr de harina de trigo.
- 1 litro de leche.
- Sal.
- Pimienta negra o blanca.
- Nuez moscada.
- PREPARACIÓN:
- Mientras hacemos esto, en otro cazo echamos la mantequilla a fuego medio hasta que se derrita. Una vez que esté derretida, agregamos la harina para que se cocine un poco y no esté cruda. Removemos continuamente durante un par de minutos. Por cierto, esta mezcla es lo que se conoce como Roux y se utiliza para ligar salsas, como en este caso hacemos con la bechamel.
- Ahora tenemos que echar la leche (ya caliente) poco a poco y remover todo el tiempo rápidamente para que no nos queden grumos y nos salga una bechamel fina. Iremos agregando leche hasta conseguir el espesor deseado. Por ejemplo, para una pasta nos conviene una bechamel más ligera pero, por el contrario, si queremos la bechamel para hacer croquetas, es mejor que nos quede más espesa.
- Salpimentamos y echamos nuez moscada. Seguimos removiendo todo y, cuando empiece a burbujear, significa que estará lista.
- Si no la vamos a utilizar inmediatamente, la podemos tapar con un film transparente quedando en contacto con la superficie para que no se cree costra.
Yo hice esta bechamel para una lasaña de carne a la boloñesa (ya pondré esta receta más adelante) y la verdad es que quedó bastante bien y con muy buen sabor. Os animo a que intentéis hacerla y me contáis que tal. ¡Espero que os haya gustado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario