- INGREDIENTES:
- Huevos.
- Jamón serrano (contra más calidad tenga, más sabor dará a nuestro plato).
- Sal.
- Aceite de girasol.
- PREPARACIÓN:
- Ahora, en una sartén con abundante aceite de girasol a fuego fuerte, freímos las patatas (el tiempo dependerá de si las queremos más o menos crujientes). Cuando estén fritas, recomiendo ponerlas en un plato u otro recipiente con varias servilletas en la superficie para que absorba el aceite sobrante de las patatas e incluso podéis ponerle otra servilleta encima de las patatas para quitar más aceite (así lo hago yo).
- En otra sartén o, incluso, en la misma sartén que hemos freídos las patatas (pero tenéis que quitarle un poco de aceite porque freír un huevo requiere menos aceite que las patatas) ponemos aceite (si es en otra sartén diferente, podemos echarle el mismo aceite con el que hemos freído las patatas), pero tiene que ser un poco menos de aceite que hemos utilizado para las patatas. A fuego máximo freímos el huevo. El aceite tiene que estar bien caliente cuando vayamos a echar el huevo y, una vez en la sartén, añadimos un poco de sal en la yema.
- Por último, cogemos un plato, ponemos las patatas, los huevos encima y el jamón serrano por encima.
Habrá recetas y recetas en el mundo, pero como unas buenas patatas con huevo, ninguna. Os animo a hacer esta fantástica receta. ¡Espero que os haya gustado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario